La metodología Montessori no solo se enfoca en el desarrollo cognitivo de los bebés e infantes, sino también en su desarrollo emocional. El desarrollo emocional es esencial para el bienestar y el éxito de los niños, y la metodología Montessori proporciona un ambiente y un enfoque educativo que ayuda a los niños a desarrollar estas habilidades valiosas.
En primer lugar, la metodología Montessori fomenta la libertad controlada, lo que ayuda a los niños a desarrollar su independencia y responsabilidad. Cuando los niños tienen la libertad de elegir sus propias actividades, aprenden a tomar decisiones y a asumir la responsabilidad de sus acciones. Esto les ayuda a desarrollar su autoestima y a confiar en sus propias habilidades.
En segundo lugar, la metodología Montessori fomenta el respeto y la consideración hacia los demás. Los niños son enseñados a respetar los espacios y los materiales de otros, y a trabajar juntos en un ambiente pacífico y tranquilo. Esto les ayuda a desarrollar habilidades sociales importantes, como la empatía y la cooperación.
En tercer lugar, la metodología Montessori fomenta el aprendizaje a través del juego, lo que ayuda a los niños a desarrollar su creatividad e imaginación. El juego les permite experimentar, tomar decisiones y desarrollar su creatividad e imaginación, lo que les ayuda a desarrollar una variedad de habilidades y conocimientos.
En cuarto lugar, la metodología Montessori fomenta la resiliencia y la capacidad de manejar emociones difíciles. Al dar a los niños la libertad de elegir sus propias actividades y explorar el mundo a su alrededor
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